miércoles, 6 de octubre de 2010

Nueces

Un día de estos iré a recoger las nueces, este año ha sido bueno para ellas, mis dos nogales están abarrotados.
Echo de menos la casa. Las obras están paradas, han recortado las subvenciones y no sé si podré hacer frente a todos los pagos, el banco ya no me concede más crédito, por eso tampoco les meto prisa a los carpinteros. Me mienten. Me dijeron que vendrían la semana del 15, luego me dijeron que la del 20 o a más tardar la última de septiembre. Todavía no sé nada de ellos, pero casi lo prefiero, así me da tiempo a buscar una solución. El recorte de las subvenciones fue exagerado, pasaron de 30.000 a 8.600 €, de haber sabido esto no me metería en este berenjenal, pero ahora ya estoy metida y por lo que pude informarme nuestra Administración Pública está en su derecho… y el derecho a mi vivienda parece no importarle a nadie. Me siento estafada y desamparada.
Echo de menos mi casa. A veces me digo que cuando al fin la tenga, me meteré en ella y no volveré a salir más, pero solo me lo digo a veces, pues otras lo único que deseo es coger un tren sin billete de vuelta, sin estación de destino, y pasarme la vida vagando por ahí.
Pero hoy quisiera estar en mi casa, recoger las nueces, ponerlas a secar, apoyarme en mi “teixo” y escuchar sus historias, es centenario y sabe millones de ellas. Hoy no tengo ganas de hablar, hoy solo quiero escuchar, escuchar historias de vida y verdad. Otro que me suele contar historias es mi río, no es que yo sea su dueña…simplemente es mi rio. Como se enteren mis vecinos, van a pensar que estoy loca, si es que no lo piensan ya. ¿qué pensarán cuando me ven sentada en el puente mirando y escuchando las historias de mi rio?
Solo quisiera poder irme a mi casa, recoger nueces y estar con mi “teixo” y mi rio. Nada más.
Pero estoy aquí en este casi piso. Quemada de las horas de trabajo, de trabajo que no me gusta. Y pensando tonterías, en vez de distraerme en cosas serias. Creo que tengo un problema, un día iré a un psiquiatra y se lo contaré. El día que fui a mi medico de cabezera y le dije que era infeliz, muy infeliz, que por favor me recetase algo, en vez de hacerlo me hizo unos análisis y me dijo que estaba todo perfecto. Y me fui triste de allí, porque yo quería salir con la receta de la felicidad en mis manos, y no con unos análisis perfectos. Aunque es un motivo de felicidad estar sano, a mi parece no llegarme…¿será soberbia?
Mucho ruido y pocas nueces, eso es lo que hay dentro de mi cocorota.

4 comentarios:

Ángel Iván dijo...

Saliéndome un poco del tema, a todo el mundo le parecen entrañables las ardillas pero el día que tienes un par de frutales para que te den un par de melocotones y unas ciruelas esos pequeños roedores se vuelven en menos simpáticos.
Si a esa animadversión le sumas que las cabronas se suben a tu tejado a comerse el plástico de tus macetas de petunias y llenarte el canalón de restos de piña con el consiguiente atoramiento de la canalización y el desborde de todos los sitios menos de por donde debe salir, pues esos simàticos animalitos de Disney se vuelven horripilantes y ratas con pelo en el rabo.
En fin, que se me va a notar que Disney no hizo mella en mi cuando era pequeño, yo era más del Coyote.
Besotes y buena cosecha.

pasaxeira dijo...

aquí las ardillas apenas se ven... de hecho hace años que no veo ninguna (desde que cortaron un pinar cercano a la casa)y salvo comer piñas (yo les llamo pinabetas) no hacen ningún estropicio. Hace años las nueces siempre se las llevaban los pajaros (las hurracas, cuervos...) pero ahora no ¿es raro, no? o han disminuido o están sobrados de alimentos.
Desde luego sí que son chungas las ardillas por ahí, no me extraña que no te resulten entrañables, jeje
Besote Sr. Coyote

Anónimo dijo...

No le des vueltas a lo de ser infeliz porque hay momentos en que no lo eres. O no eres feliz escuchando a tu "Teixo"? Que los demás te llamen loca, tú disfruta tu locura. Saborea los momentos, al menos tienes suficiente sensibilidad para ello, otros no pueden y sin embargo llevan una enorme careta con sonrisa a todas horas.
Un besazo. Me encanta tu blog
Paula

pasaxeira dijo...

Gracias Paula. Es tan necesario a veces tomar prestada la visión de otros sobre uno mismo.
Alienta mucho lo que dices, y es verdad, pero no sé el por qué a veces dudo tanto de todo.
Gracias de nuevo, un abrazo!