domingo, 17 de octubre de 2010

Botón

Cuando le di al botón enviar, sentí un calambrazo en el dedo, e inmediatamente quise buscar el botón deshacer, deshacer, deshacer, deshacer. Pero había un montón de botones, me emborraché de ellos y se me nublo la vista. Todos mis dedos se pusieron con calambre. No era posible el botón deshacer. Busqué entre los botones de mis chaquetas, quise abotonarlos por probar si deshacían, pero el dolor de los dedos encalambrados me lo impedía.
Imposible.
Me tiré en la cama y me quedé en postura de crucifixión.
Los coches pasaban como si nada, pasando de todo, ignorando lo que en el quinto de este edificio estaba ocurriendo.
Una Crista borracha de botones y encalambrada.
Un botón desabotonado sin dedos que abotonen.

5 comentarios:

Leola dijo...

Me muero por saber lo que el botón envió...

Ángel Iván dijo...

Si que parezca un cotilla redomado, ¿acaso era algo tan terrible como para que no tuviese que salir de tu teclado?
Dicen que el mundo es de los osados, consuélate con que a lo mejor el correo lo pudo considerar spam, el receptor no quiso leerlo o un duende "infolmático" lo secuestró y nunca llegó a su destino.
Besotes luneros (es decir, de lunes mañaneros)

pasaxeira dijo...

No era para tanto. Fue lo mejor que pude hacer, menos mal que el calambre me dio despues y no antes.jaja
Resumiendo, dar la cara antes de formar un entuerto.
Asi que Ivan, menos mal que los duendecillos infolmaticos no hicieron de las suyas.

Besosss

Enol dijo...

Seguro que le diste al boton de enviar sin ninguna intención de hacerlo, entonces... no cuenta como envío, se puede considerar un áccidente.

pasaxeira dijo...

jajaja
Enol, mi intención era darle al botón. No hubo accidente. Pero si me pasó una vez, que le di a enviar a un correo cuando todavía estaba a medio escribir...eso fue accidente. Y esta maravillosa tecnología tan instantanea no perdona estos accidentes. Ojala hubiese un botón "deshacer" para todo en esta vida.