martes, 30 de marzo de 2010

Ahogada

Ayer y anteayer eché tanto de menos poder escribir! coger un teclado y lanzar gritos silenciosos que me apartasen de las cuatro paredes que me contenían, de mi vida y mi realidad. Pero sigo sin ordenador (este es de la empresa donde trabajo). Y se me hace raro volver al blog después de tanto tiempo. Quizás desenfundar un texto que valga la pena leer para anunciar un retorno sería lo idóneo, pero… que podría valer la pena? Historias, cuentos… no estoy para cuentos, la verdad. Pero, qué es esto sino mi espacio, mis diálogos, mis notas alternadas mi y MI. Al menos, ese fue su origen, un tubo de escape liberando residuos al espacio, un espacio donde yo podía librarme de las lágrimas ahogadas.
Me he mudado a un pequeño piso en Ferrol mientras duran las obras de rehabilitación de la casa. Solo llevo dos noches, en la primera la melancolía me hizo su presa. A punto estuve de ahogarme en una lágrima que no consiguió salir. No es tan raro esto que digo, es que era una lágrima muy grande, que por gigante no cupo por los conductos lacrimales. Me pregunto si algún forense sería capaz de desvelar esta causa de mi muerte. 33, era joven para morir, dirían algunos. Todo se terminaría ahí. Ay, esta vida… tanto sufrir para nada, ninguna autopsia revelaría la verdad.