aprendiendo a nadar

Me gustan muchísimo los niños y me temo que los muy cabrones lo saben. Este fin de semana cuadraron los de varias familias en la aldea. Lo primero que hacen es venir corriendo a mi casa, yo los siento venir desde la distancia llamándome a gritos, me hacen una gracia, porque estos, menos discreción...
Los últimos dos días de piscina me los llevé conmigo. Menuda fiesta, solo eran 4, pero por lo más sagrado os digo que parecían 40. Dos de ellos sabían nadar, fue genial jugar con ellos bajo el agua, otra sabía a medias, con un poquillo de miedo, le faltaba confianza en si misma por lo que la depositaba en sus manguitos. Y el otro (tiene más de terremoto que de niño) nunca se había metido en más agua que no fuese la de la ducha de su casa. Y allá va… sin darme tiempo a pestañear veo que se tira a la piscina como quien se tira en una cálida cama. Pero ¿qué demonios pensaría ese crío? Supongo que era completamente inconsciente de lo que es el agua, que para él, aparte de beberla y lavarse con ella, es un mundo por descubrir, un nuevo medio, nuevas sensaciones…¿pero es que ni por un momento pudo intuir algo del peligro? Menudo susto que me dio, casi me va mal. Debí de tardar dos segundos en sacarlo del fondo, pobre crío… con lo terriblemente desagradable que es tragar agua.
Una vez pasado el susto traté de convencerle para que se metiese conmigo al agua, por activa y por pasiva puse todo mi empeño, saqué de no sé donde toda clase de persuasiones y ocurrencias doctrinarias. No quería que se quedase con el susto y el mal trago (nunca mejor dicho). Al final cedió, entramos al agua y él más tieso que una tabla se arrepintió de haberme hecho caso (pero no se arrepintió de cualquier forma, nooo, ¡se arrepintió a grito pelado!) parecía un cochino al que van a matar… genial , esto me viene bien para ejercitar la vergüenza. Descubrí también cual capacidad tienen los niños de empatizar con su congéneres en apuros… creo que pasé de ser su heroína, a ser un monstruo malvado torturador de niños, comencé a reírme ante la situación, lo cual acentúo sus gritos, pues a su entender, mis actos habían adquirido cierto grado de malevolencia. Pero es que, vosotros me comprenderéis, con lo que me costó convencerlo… ¡ni de coña lo sacaría del agua!. Fue terrible. Os aseguro que en unos cuantos metros a la redonda ese día se oyeron bulerías y letanías compuestas con mi nombre. Después de un buen rato de chillidos hice un trueque con él, lo llevaría a la orilla si se callaba y tranquilizaba. Y así fue. Claro, luego al ver que tranquilamente no pasaba nada, no quiso salir. Le di unos cuantos consejos, le puse sus manguitos y tan feliz, estaba convencido de que ya sabía nadar, y tanto que enseguida quiso quitarse los manguitos. Evidentemente, no sabía. ¡Si fuese tan fácil! ...demasiado tenso, demasiada intención. Flotar es un dejarse estar y de ahí empiezas a nadar y a disfrutar…
… y corto el rollo, que todo esto viene a cuento por lo que quería comentarle a alguien sobre la vida y las cosas (que yo no soy la más adecuada para dar consejos)…y llegados aquí ya ni sé cual era el mensaje que intentaba dar XD (=yo +mi dispersión)
La verdad es que quisiera sacar muchas cosas de esta situación en la piscina, pero yo veo tantas ¿como explicarlas todas sin aturullarme?
Pongamos por ejemplo que el agua de la piscina es un nuevo medio al que nos tenemos que habituar… o la vida en si.
Muchas veces tenemos que aprender a movernos por otros medios distintos al nuestro, los cambios, las nuevas situaciones… hay que tomárselas con cierta cautela (no demasiada) pero sobre todo dejarse llevar. Costará, no cuentes con quitarte los manguitos el primer día.

Comenzar de nuevo, como si nada de lo que hubieses vivido fuese real.

Al final depende de ti, solo de ti, una vez que aprendes a nadar, es cuando resultará genial compartir. Y cada uno va a la piscina por lo que va, gente que se hace sus largos, gente que va a lucir bañador… y… digo yo ¿aparecerá alguien que disfrute de las burbujas como yo? No lo sé, pero no por ello dejaré de disfrutar de ellas.

Dime que hay algo que te llena, que te gusta, que te encanta, que te hace olvidarlo todo y te sitúa en un estado de no pensar…simplemente estar. Empieza por ahí.

Cada uno sabe del punto en que se encuentra en su vida y de su interior, eso está claro, y tal vez esto no sirva de nada a nadie que no sea a mi misma... pero bueno, dije que escribiría sobre esto y “voilà” (una más…ya no podrás reprocharme nada ;P… que ya te dije, algo no me convence… creo que es que quisiera sacarle más chicha a este asunto que da pa mucho)

…venga, nena! Que si no, se nos escapará la vida!... el agua de la piscina está ahí!

(mierda de tos, de gripe y la madre que la…)