martes, 7 de octubre de 2008

Esta mañana desperté con un buen chaparrón

El agua de esta mañana me ha lavado el alma. Hoy he vuelto con toda mi fuerza. Al fin me miro al espejo, me reconozco, y me sonrío. Le dedico a ese trozo de materia mi gran sonrisa irónica… y ella me devuelve un gran Sí, que ahí estoy yo. Satisfecha de que al fin esa típica mascota (en cada casa suele haber varias) me mire directamente y deje de verme como un fantasma, he venido al trabajo derrochando vida.

2 comentarios:

Unknown dijo...

mi lucha ya es a muerte,lo malo es que es contra las dos partes de mi mismo,la racional por pensar y la instintiva por sentir,contra mi cuerpo por estar rodeado siempre de gente preocupada y con mi mente por su soledad,lo visible,aunque transparente,y lo invisible por lo que ello significa,pero agradezco el apoyo anonimo, y sobre todo al nuevo enemigo que me acaban de presentar.

pasaxeira dijo...

algunos llevamos esas u otras luchas dentro...cada uno las suyas propias...y buscamos cual será nuestra formula de remediarlo...
Basandome en mi experiencia, te diré que hay algo más, invisible, que es lo que reconoce, observa y se da cuenta de la división, y solo ese, será capaz de calmar a los demás...bueno, no es el modo, ni el lugar para charlar de esto, que me parece muy interesante...me suenan de algo esas sensaciones ;-)