martes, 5 de mayo de 2009

morir de amor....should i?

Hubiésemos pasado la vida juntos. Las tardes como la de hoy estarían llenas de ilusión, de vida por vivir, de cosas por hacer …compartiendo nuestras risas, nuestras emociones, nuestra visión, nuestro corazón…

Porque las cosas se acaban aunque no quieras verlo, porque cuesta desprenderse de un trozo de corazón, porque la ilusión se esfuma de tu vida, porque…demasiados los porqués…de hecho hay millones de páginas, de libros con porqués.

Ahora, el día es un continuo día, una tarde que enlaza con el mismo minuto de la tarde de ayer del día de mañana. Un ocaso que me deja sin piel y me llena de canas, un sub-tiempo invivible, un profundo pozo vacío que me conduce entre mil laberintos, pasados y venideros.


Entre lejanos días a veces surgen paréntesis, paréntesis que me llevan a otro yo, quizás al de siempre, quizás al que vive.





De vez en cuando se pasaba por allí. Ella se había convertido en una obsesión. Entre aquel humo de anarquía que se respiraba en el local, pudo entreverla sentada entre otras caras con un pitillo en su mano…había vuelto a fumar. Al verla contuvo la respiración, se giró y se dirigió a la barra sonriéndose por el impacto de la visión, no esperaba verla aquel día, en aquel momento, en aquel lugar. Ella lo vio más tarde, haciendo caso omiso a su presencia, esta vez no le intranquilizaba verlo ni la idea de una conversación con él, le había hecho la promesa a su corazón de no volverse a enamorar.
-i´m touched by this show of emotion-
Separados por cabezas, humos y manos, intentaban verse, no directamente, sino en ese espacio donde está a punto de terminar la visión, en ese contorno difuso de la imagen que nos dan nuestros ojos cuando no miran, un espacio en el que dos miradas no podrían encontrarse.
Tras pasar el tiempo de un par de copas, decidió acercarse al lugar que ocupaba ella, necesitaba poseer el aire que la rodeaba, aproximándose, la miraba pensando en todos aquellos muros imposibles que los separaban, tan imposibles y cercanos como sus propios muros internos.
–we stand face to face-
Al fin, la tuvo en frente, hacía mucho tiempo que sus ojos no se encontraban. Ella, no le vio venir. Llegó junto a ella y la miró como siempre lo había hecho, sin pasado ni futuro. Ella, al sentir su presencia, abandonó su nube de palabras y risas. Lo miró. El tiempo se detuvo. Se olvido por completo de donde estaba y de quien era, aquella forma de mirar traspasaba sus defensas, se había olvidado, de que aquella mirada… la mataba.

2 comentarios:

Susi DelaTorre dijo...

Cuánta emoción trasmites !

Hubieran pasado la vida juntos, no como el presente, que está lleno de vacíos.

Luego, ese cambio... me ha gustado muchísimo el relato de un mundo que sobraba mientras él y ella se veían y se aproximaban el uno al otro.

Con música incluída-

Un abrazo, y como no... un besazo , Pasajera!

pasaxeira dijo...

Pues después de leerte hoy… ya no sé que decirte. He estado todo el día con el infinito de colores en la cabeza, así ha sido mi día, solo puedo darte las gracias y un enorme abrazo en la distancia.

p.d. gracias por como me lees