Hay piedras en el camino, piedras grandes, piedras pesadas, piedras puntiagudas…un camino en un desierto… curiosamente resulta más fácil echarse a un lado y no ir por el camino. No es buen sitio para soñadores. Y como siempre, claro, estoy sola. Quise buscar una tienda, por ver si hubiese algo útil para mí, y encontré una, una vieja tienda, pero era tan pequeña, que yo no cabía en ella. Era diminuta. Me agache y miré a través de la puerta ( para mí, solo era una pequeña mirilla) estaba llena de cacharros y trapos, de botes, de luces, perfumes, antigüedades, modernidades,…de un grotesco devenir.
2 comentarios:
¿no sabías que el camino nunca fue buen sitio para soñadores? es la condena de aquellos que tratan de inventar senderos a otros mundos. Senderos, veredas estrechas, donde es difícil que dos discurran en paralelo, donde sólo es posible caminar en fila de a uno, siguiendo el camino del otro. Dos soñadores, siempre solos, podrán compartir un sueño, pero siempre solos.
Si al menos esos mundos estuviesen indicados!...y no como un mapa imaginario rescatado de la ilusión. No temería perderme en mi soledad, en mi interior...
Gracias!!! me encanta el comentario.
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