sábado, 28 de junio de 2008

Belleza

Algo hay en mi que parece no soportar demasiada belleza. Es un detector tan sensible que se pone al rojo vivo, es como una báscula de miligramos a la que le ponen una tonelada encima. Hasta donde?. Los momentos en que palpo la belleza de la vida y del momento se me clavan como un hierro ardiente. Es un recibir tan fuerte que desea salir por algún lado, pero todavía no hay un canal abierto, necesito que ese canal se abra para no desbordarme. Parezco la dinamita y la vida la chispa, falta la exploxión, que no sé como ni cuando será pero amenaza constantemente. Extasiante. Hoy es un día explendido. Estoy en un acorde de vida, estoy en sintonía con ella. Todo resulta relajante. El grillo, el gato, el pajaro, la lavadora, el coche, la moto, el viento, la veleta, la mosca, el otro pajaro, el día, el sol, los arboles, la montaña divisoria entre cielo y tierra, el aire, la madera, la piedra, los brillos de luz, los colores, y un temblor que recorre mi espalda para avisarme de que yo soy, de que yo tambien estoy en la belleza.

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