Sigo viva.
He sentido cierto desasosiego entrar en mi blog, como si
estuviese invadiendo el espacio de un desconocido o desconocida. ¿En serio este
es mi blog? No reconozco nada de este lugar. Uf, con una Milan Nata haríamos un buen
trabajillo, o un scott brite (o como se
escriba) y buena ración de Fairy.
Más fácil: utilizar el propio ordenador para suprimirlo.
Pero, ¿Cómo podría hacerle eso a un desconocido/desconocida?
¿borrar su blog? ¿yo? Jamás de los jamases. Pero… y si ese desconocido me
usurpo la identidad….haciéndose pasar por mi misma en el pasado? Ese desconocido/a
ocupó mi lugar, viviendo mi vida y mi tiempo. Me atrevo a encajar este
individuo/a en el marco de una sensibilidad dolorosa. No niego que me da cierta
lástima, ni tampoco que casi sin leerlo comprendo cada texto reconociendo los
sentimientos, pensamientos y emociones que se esconden detrás de cada palabra.
Tampoco niego que si profundizo, que si
retomo las riendas al tiempo y a los sentimientos de ese galopar quizás estalle
a llorar. Y yo no lloro, o mejor dicho… muy contadas veces.
1 comentario:
Tranquila cielo, a mi me pasado hoy lo mismo, comienzo una nueva etapa pero no se si seré capaz de continuar.
Bicos meigos
Publicar un comentario