Caen las hojas doradas, en su danza ondeante,
caen y caen en la oscuridad, perdidas de su origen
...
Echando la vista atrás, hay una luz cegadora, un palacio blanco de cúpulas doradas, por donde la gente pasea tranquilamente con sus túnicas.
Deconstruyendo la Poesía
Hace 5 semanas
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