Un día de estos iré a recoger las nueces, este año ha sido bueno para ellas, mis dos nogales están abarrotados.
Echo de menos la casa. Las obras están paradas, han recortado las subvenciones y no sé si podré hacer frente a todos los pagos, el banco ya no me concede más crédito, por eso tampoco les meto prisa a los carpinteros. Me mienten. Me dijeron que vendrían la semana del 15, luego me dijeron que la del 20 o a más tardar la última de septiembre. Todavía no sé nada de ellos, pero casi lo prefiero, así me da tiempo a buscar una solución. El recorte de las subvenciones fue exagerado, pasaron de 30.000 a 8.600 €, de haber sabido esto no me metería en este berenjenal, pero ahora ya estoy metida y por lo que pude informarme nuestra Administración Pública está en su derecho… y el derecho a mi vivienda parece no importarle a nadie. Me siento estafada y desamparada.
Echo de menos mi casa. A veces me digo que cuando al fin la tenga, me meteré en ella y no volveré a salir más, pero solo me lo digo a veces, pues otras lo único que deseo es coger un tren sin billete de vuelta, sin estación de destino, y pasarme la vida vagando por ahí.
Pero hoy quisiera estar en mi casa, recoger las nueces, ponerlas a secar, apoyarme en mi “teixo” y escuchar sus historias, es centenario y sabe millones de ellas. Hoy no tengo ganas de hablar, hoy solo quiero escuchar, escuchar historias de vida y verdad. Otro que me suele contar historias es mi río, no es que yo sea su dueña…simplemente es mi rio. Como se enteren mis vecinos, van a pensar que estoy loca, si es que no lo piensan ya. ¿qué pensarán cuando me ven sentada en el puente mirando y escuchando las historias de mi rio?
Solo quisiera poder irme a mi casa, recoger nueces y estar con mi “teixo” y mi rio. Nada más.
Pero estoy aquí en este casi piso. Quemada de las horas de trabajo, de trabajo que no me gusta. Y pensando tonterías, en vez de distraerme en cosas serias. Creo que tengo un problema, un día iré a un psiquiatra y se lo contaré. El día que fui a mi medico de cabezera y le dije que era infeliz, muy infeliz, que por favor me recetase algo, en vez de hacerlo me hizo unos análisis y me dijo que estaba todo perfecto. Y me fui triste de allí, porque yo quería salir con la receta de la felicidad en mis manos, y no con unos análisis perfectos. Aunque es un motivo de felicidad estar sano, a mi parece no llegarme…¿será soberbia?
Mucho ruido y pocas nueces, eso es lo que hay dentro de mi cocorota.
MARZO
Hace 1 semana
4 comentarios:
Saliéndome un poco del tema, a todo el mundo le parecen entrañables las ardillas pero el día que tienes un par de frutales para que te den un par de melocotones y unas ciruelas esos pequeños roedores se vuelven en menos simpáticos.
Si a esa animadversión le sumas que las cabronas se suben a tu tejado a comerse el plástico de tus macetas de petunias y llenarte el canalón de restos de piña con el consiguiente atoramiento de la canalización y el desborde de todos los sitios menos de por donde debe salir, pues esos simàticos animalitos de Disney se vuelven horripilantes y ratas con pelo en el rabo.
En fin, que se me va a notar que Disney no hizo mella en mi cuando era pequeño, yo era más del Coyote.
Besotes y buena cosecha.
aquí las ardillas apenas se ven... de hecho hace años que no veo ninguna (desde que cortaron un pinar cercano a la casa)y salvo comer piñas (yo les llamo pinabetas) no hacen ningún estropicio. Hace años las nueces siempre se las llevaban los pajaros (las hurracas, cuervos...) pero ahora no ¿es raro, no? o han disminuido o están sobrados de alimentos.
Desde luego sí que son chungas las ardillas por ahí, no me extraña que no te resulten entrañables, jeje
Besote Sr. Coyote
No le des vueltas a lo de ser infeliz porque hay momentos en que no lo eres. O no eres feliz escuchando a tu "Teixo"? Que los demás te llamen loca, tú disfruta tu locura. Saborea los momentos, al menos tienes suficiente sensibilidad para ello, otros no pueden y sin embargo llevan una enorme careta con sonrisa a todas horas.
Un besazo. Me encanta tu blog
Paula
Gracias Paula. Es tan necesario a veces tomar prestada la visión de otros sobre uno mismo.
Alienta mucho lo que dices, y es verdad, pero no sé el por qué a veces dudo tanto de todo.
Gracias de nuevo, un abrazo!
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