En tridimensional veo tu rostro, me dibuja, dibuja un rostro oscuro, bordeado por un cubo de aristas luminosas, no has memorizado mi imagen, y esto hace chocar tu puño con tu cabeza, miras el teléfono, quieres hacerlo, pero te falta el impulso. Yo te animo, hazlo. En tu mente me diriges la mirada y nos sonreímos, porque yo estaba mirándote. Sabes que estoy sufriendo, y sabes que tú serías mi medicina. Sin embargo algo te frena. No puedes hacerlo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario